Divorcio.
El divorcio es una de los posibles escenarios del matrimonio. Siempre será una
posibilidad para la pareja que
decida unirse en matrimonio. Una
opción que se tiene por si alguna de las dos partes decide ponerle punto final
a su relación. Es totalmente aceptable y el proceso puede facilitarse cuando
tenemos ayuda legal como la que conseguimos en Bufete Molina. Pero hay
un rumor que se ha vuelto un miedo
cada vez que los recién casados lo escuchan. Que el 50% de los matrimonios
terminan en divorcio.
¿Será cierto?
Comencemos
con mencionar que las estadísticas
no apoyan esta teoría. Los casos de divorcio sí han subido en los últimos años
pero sigue sin estar en un 50/50.
Pueda que la frase se haya popularizado para implantar miedo o un sentido de
realidad a las parejas pero es totalmente falso.
Tomando fuerza en los Estados Unidos donde se popularizó la frase.
Entonces…
La
verdad es que el divorcio sí tuvo un alza
en los años recientes en aquel país pero fue porque el divorcio se fue haciendo
cada vez más fácil de solicitar.
Antes las parejas debían de aguantar casi lo que sea y aun así no se podía
solicitar el divorcio. No era tanto que tuviesen miedo al porqué de las demás
personas, aunque no se descarta sea una posibilidad en algunos casos, pero sí
por las faltas de razones listadas en la ley para conseguir llevar a cabo un divorcio.
Hoy en día
En la
actualidad las razones o causas para solicitar un divorcio se han
flexibilizado. Ahora se puede solicitar el divorcio con tan sólo tener la voluntad de querer terminar la relación
por parte de cualquiera de los dos. Eso puede explicar los orígenes de la frase
pero sigue estando errónea. Como Estados Unidos tiene una influencia fuerte fuera de sus fronteras por los medios, la frase también tomó
popularidad en otros países.
Sin preocuparse
Puede
servir como un recordatorio que el
divorcio es un escenario latente en
las vidas de un matrimonio pero no debe usarse como un dato acertado. No hay
que dar todo por hecho cuando lo escuchamos, como en este caso terminó siendo
falso. Pero siempre es bueno comprender los orígenes y así llegar a la
conclusión de por qué es popular. La
única verdad es que nada es seguro y no hay fórmulas mágicas para un matrimonio
feliz, cada quien puede ser diferente.
